Con raíces en el Bronx.

Criados por la comunidad.

Impulsados ​​por un propósito.

A woman with long black hair and a bright smile standing outdoors, wearing an orange blazer over a white shirt, with a pin on her lapel, on a walkway with green trees in the background.

Amanda Septimo recorre las mismas calles, respira el mismo aire y conoce las mismas dificultades que las personas a las que representa. Desde Hunts Point hasta Mott Haven, desde Longwood hasta Highbridge, su trayectoria profesional se ha centrado en una sola cosa: defender a las familias trabajadoras y desafiar los sistemas que han fallado al Bronx durante demasiado tiempo.

Como miembro de la Asamblea Estatal, Amanda cumple sus promesas, no con palabras, sino con hechos. Ha conseguido financiación para las escuelas, ha reforzado la protección de los inquilinos, ha impulsado la mejora de la seguridad en las calles y ha luchado por la dignidad económica que nuestra comunidad merece.

Mientras otros se estancan, ella sigue adelante. Mientras otros ponen excusas, ella aporta soluciones.

UnA luchadorA que no se rinde.

Ya sea que esté recorriendo los pasillos de Albany o caminando por el Grand Concourse, Amanda tiene la misma misión: impulsar el desarrollo del Bronx y asegurarse de que nuestra gente sea escuchada, respetada y priorizada.

En el Congreso, llevará esa urgencia, transparencia y determinación al ámbito nacional, superando los obstáculos y luchando por resultados concretos para su distrito.

AAmanda Septimo creció en el Bronx creyendo en el poder de la comunidad. Recorriendo las calles de Hunts Point y Mott Haven, vio de primera mano las dificultades a las que se enfrentaban a diario demasiadas familias: viviendas inseguras, injusticia ambiental, escuelas con recursos insuficientes y tasas de asma alarmantemente altas. Pero también vio algo igual de poderoso: una comunidad que se negaba a rendirse.

Con tan solo 12 años, Amanda se involucró en el activismo, organizándose junto a sus vecinos para luchar contra la injusticia ambiental y económica. Como adolescente en el programa A.C.T.I.O.N. de The Point CDC, ayudó a detener la construcción de una nueva cárcel en Oak Point, luchó por la ampliación del servicio de autobuses y logró que la piscina flotante llegara al Parque Barretto Point, victorias tempranas que le enseñaron el poder de la acción colectiva y la urgencia de luchar por el Bronx.

El servicio se convirtió en su vocación. Amanda dio clases particulares a niños a través del Departamento de Parques, fue voluntaria en comunidades desfavorecidas en el extranjero y recibió el Premio de Liderazgo Juvenil de los New York Yankees y una prestigiosa beca de la Fundación Posse para la Universidad de Vanderbilt, donde continuó organizándose en apoyo de las familias afectadas por el sistema de justicia penal.

Women participating in the Brides March parade, carrying a banner with a photo of Gladys Ricart, against domestic violence, walking along a city sidewalk with others and graffiti-covered wall nearby.
Group of young cheerleaders in navy and white uniforms posing with cheer coach, surrounded by large Minnie Mouse balloon figures on a stage with a black curtain background.

Llevó esa pasión a su hogar. A los 23 años, Amanda trabajaba en el Bronx como directora de distrito para el congresista José E. Serrano, ayudando a las familias a superar crisis de vivienda, acceder a recursos federales y sortear la burocracia. Posteriormente, trabajó con el Consejo de Supervisores y Administradores Escolares para garantizar que los directores escolares y los estudiantes tuvieran las herramientas necesarias para triunfar.

En 2020, el Bronx envió a una de sus vecinas a Albany para representar al distrito 84 de la Asamblea Estatal. Como miembro de la Asamblea Estatal, y ahora secretaria de la Conferencia de la Mayoría, Amanda ha cumplido sus promesas: financiación para escuelas y programas juveniles, mayores protecciones para los inquilinos, calles más seguras y justicia ambiental para comunidades que durante mucho tiempo han sido ignoradas.

Su trayectoria, desde joven organizadora comunitaria en el sur del Bronx hasta líder de la Asamblea Estatal, refleja el espíritu del distrito al que representa: resiliente, decidida y siempre mirando hacia adelante.

Ahora, está lista para llevar esa lucha al Congreso.

De ser elegida, Amanda Septimo se convertirá en la primera mujer dominicana en servir en el Congreso, rompiendo barreras y brindando una representación largamente esperada en Washington.

Su misión nunca ha cambiado: apoyar a las familias trabajadoras, dar voz a quienes no la tienen y garantizar el respeto, los recursos y las oportunidades que el Bronx merece.

Siempre ha luchado por el Bronx. Y esto es solo el comienzo.